Estas han sido las zatapillas con las que he entrenado este invierno, junto con las Inov Flyroc 310. Mientras las Inov las usaba para entrenamientos cortos y con mucha pendiente, estilo fell running, las TNF las he usado (y mucho) para salidas más largas (hasta los 25 km) y como zapatilla de rodaje por caminos y pistas.
Heredaron el puesto de las Sportiva Wildcat, con las que tuve una relación amor-odio un tanto especial por culpa del que considero el par más tonto de toda la producción del modelo. O eso o soy el único que no se ha rendido incondionalmente a las Wildcat.
Desde luego ambas cosas se encuentran en la Single Track. Desde el momento que te las calzas por primera vez notas que están hecha y pensabas para hacer kilómetros. Es prácticamente una zapatilla de asfalto con el taco algo más pronunciado. Tiene, eso sí, un detalle muy montañero que comparte con las Wildcat: la malla que cubre la lengueta y que impide a que se meta tierra y piedrecillas en la zapatillas. Es un detalle que a mí me gusta y mucho.
No he tenido problema alguno con el ajuste de la zapatilla. Desde el primer momento hasta ahora el pie me ha ido sujeto desde el empeine hasta el talón. El un upper blando y el sistema de cordado no tiene misterio alguno, aunque haya que darle unos momentos para justarlo bien. La malla superior evacua el agua y el barro muy bien. Es un detalle importante, amiguitos, cuando entrenas en la costa atlántica irlandesa. La zapatilla va a calar sí o sí, así que es mejor que ese agua salga lo antes posible. Estas, en concreto, mantienen su color naranja radioactivo a pesar de meterla por los barrizales más ponzoñosos.
La suela me ha sorprendido mucho. De primeras no parece que vaya a ser nada del otro mundo. Un aspecto muy pistero, con un taco poco agresivo, lo justo para una tracción correcta en terrenos de tierra. Salvo que el piso estuviera verdaderamente embarrado o con hierba mojada no he tenido resbalones. Incluso por nieve ha tenido un comportamiento excelente. No la he metido por terreno rocosa, así que ahí no puedo opinar.
Otro puntazo a favor es que son resistentes. Tras unos ocho meses no hay signos de desgate. La suela mantiene los tacos sin apenas desgaste (aún conserva unas pequeñas estrías en los tacos) El textil está intacto y la media suela sigue amortiguando muy bien.
En definitiva, me parece que es una zapatilla muy buena para hacer kilómetros, pero que en mí caso particular falla por mi pisada de pato borracho. Ansioso estoy por poder ver las Double Track, donde parece que se han acordado de los pronadores.
Os dejo otras opiniones al respecto de las Single Track:
http://www.alua.es/blogs/alua/?p=4233
http://trailrunningreview.com/The_North_Face_Single_Track/REVIEW--16--LANG--0.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario