viernes, 25 de marzo de 2011

Debería...

Ahora mismo debería estar en una habitación muy lejos de donde estoy, repasando por internet una ruta, mirando los comentarios de otros correrdores en otros foros. No ha llovido en toda la semana, ya me habría decantado por un par de zapatillas en vez de otras. Debería tener la camiseta, los pantalones, las mallas, los calcetines doblados encima de una silla. Habría mirado mil y una vez que no se me han olvidado las barritas, ni los geles, que la mochila está bien, el tubo de la bolsa de agua limpio. Deebería haber estirado, de puro nerviosismo. Pensado en que voy a cenar, en que voy a desayunar mañana. Debería tener un páncio atroz a los 52 kilómetros que me deberían esperar mañana por la mañana.
Pero no. Estoy en casa. Mañana tengo que trabajar y hoy me he tenido que volver a los 5 minutos de empezar a correr por dolorcillo de siempre, que no acaba de desaparecer.

sábado, 19 de marzo de 2011

Lesiones de cuerpo y mente

Llevo varias semanas casi parado. Aunque parece que los dolores mejoran, ahí están, impidoéndome correr. Salgo un par de veces a correr por semana, poco más de media hora a ritmo de verano azul, mucho estirar y hielo. Pero como corra más de dos días seguidos, me resiesto. Poco a poco tambien voy ensayando con zapatillas y plantillas.Veo que a pesar de las plantillas me vienen bien las zapatillas con algo de soporte extra (concretamente con doble densidad en la media suela) Tengo ganas de probar en el monte, donde las zapatillas que tengo son neutras.
Tambien estoy metiendo algo de bici, pero me siento flojo, flojo. Sin fuerza, además de vez en cuando me dan un pinchazito en el muslo que no me gusta un pelo. Espero que con las semanas de entrenamiento, poco a poco, vaya cogiendo fuerza en las piernas y poder meter un par de días de bici serios y tres de carrera. Me gusta más correr que pedalear, pero me temo que este invierno en forzado demasiado y ahora lo pago.
Lo que me tiene mosca es el tema del dolor. Y es que ahora no me duele tanto como hace unas semanas (o meses) pero sin embargo lo soporto mucho peor. En cuanto me vienen las molestias me vengo abajo.
Entiendo que todo alrededor influye y que mis circustancias ahora no son las mismas que antes. Mis planes deportivos se han venido abajo y no veo nada que me motive, y es complicado mover las piernas en semejante panorama.
En fin, la semana que viene vuelven los días largos.